Estamos acostumbrados a «andarnos con ojo» a la hora de conducir. No solo por lo obvio: la seguridad. Sino también por algunos elementos que, en caso de hacer las cosas mal, pueden resultar en multas. Desde hace décadas, los radares de velocidad han sido una pieza fundamental en el control del tráfico y la garantía de seguridad en las carreteras. Sin embargo, en los últimos tiempos, hemos presenciado la irrupción de nuevas tecnologías que han transformado radicalmente esta dinámica.
Entre estas innovaciones destacan las cámaras equipadas con inteligencia artificial, las cuales se han sumado al arsenal de la Dirección General de Tráfico con el propósito de mejorar la vigilancia y asegurar el cumplimiento de las normativas de conducción. La DGT ha sacado a las carreteras cámaras por toda España.
La DGT ha sacado a las carreteras cientos de cámaras
Según un informe reciente de Automovilistas Europeos Asociados, la DGT ha implementado 232 cámaras con IA en las carreteras bajo su jurisdicción. Estos dispositivos, cuyo despliegue no incluye las regiones con competencias autonómicas propias como Cataluña y el País Vasco, tienen como función principal la de detectar infracciones de tráfico y contribuir a la seguridad vial por el bien de toda la población.
Los datos revelan que Andalucía encabeza el despliegue de este arsenal de cámaras, con un total de 59 dispositivos, seguida de cerca por Castilla-La Mancha con 34 y Galicia con 31. La mayoría de estas cámaras, concretamente 224, están destinadas a detectar vehículos cuyos ocupantes no utilizan el cinturón de seguridad. Uno de los motivos que más muertes y accidentes graves causan en caso de colisión. ¡Palabras mayores! Esta medida, por tanto, responde a la importancia muy importante de este dispositivo en la prevención de lesiones graves o tristes y dramáticos finales no solo para los afectados, sino para millones de familias.
Por otro lado, solo cuatro cámaras se han designado para vigilar conductores que no respetan la línea continua, mientras que otras cuatro se distribuyen para controlar conductas como saltarse semáforos o señales de stop. A pesar de que estos números sugieren una atención equitativa a diferentes tipos de infracciones, algunos críticos han expresado dudas sobre la proporcionalidad y la efectividad de estas medidas.
¿Mejoran realmente la seguridad o solo buscan «recaudar fondos»?
La preocupación principal está en determinar si estas cámaras están realmente contribuyendo a mejorar la seguridad vial o si están siendo utilizadas principalmente como una fuente adicional de ingresos a través de multas. Aunque todos sabemos que el uso del cinturón de seguridad es crucial, ¿estamos desviando recursos hacia la multa por no utilizarlo en lugar de abordar otros comportamientos de conducción más peligrosos?
Además, algunos críticos también han planteado interrogantes sobre la transparencia y el control de estas cámaras equipadas con IA. ¿Cómo se garantiza que su funcionamiento sea imparcial y que no se produzcan errores que puedan llevar a multas injustas? ¿Está la IA realmente preparada para hacerse cargo de lo que son, vidas humanas? Muchas dudas e interrogantes que no acaban de gustar a todos.
Es fundamental mantener un estricto control sobre el cumplimiento de las normativas de tráfico, especialmente en lo que respecta a la seguridad de los ocupantes del vehículo. Sin embargo, es igualmente importante asegurarse de que estas medidas estén equilibradas y se apliquen de manera justa y transparente.
Así, el despliegue de cámaras de IA en las carreteras plantea preguntas importantes sobre la efectividad y la transparencia en el control del tráfico. Si bien es necesario tomar medidas para mejorar la seguridad vial, estas medidas deben estar respaldadas por datos sólidos que hoy por hoy, no lo son en su gran mayoría.