El Gobierno, recientemente, ha implementado una medida que permitirá el rescate masivo de los planes de pensiones a partir del 1 de enero de 2025. Esta decisión desvincula el acceso a los fondos del momento de la jubilación, permitiendo que los partícipes retiren su dinero siempre que las aportaciones tengan al menos 10 años de antigüedad.
Con todo esto, las contribuciones realizadas hasta el 31 de diciembre de 2015 serán las primeras en poder rescatarse bajo esta medida, mientras que las aportaciones posteriores podrán seguir el mismo patrón en años sucesivos. Datos importantes que debes conocer en caso de estar afectado.
Preocupación por la retirada masiva de planes de pensiones
Se trata de una medida que ha generado una gran preocupación, sobre todo, entre las gestoras de fondos de inversión y otros actores financieros. Los expertos advierten que esta disposición puede causar una retirada masiva que desestabilice el sistema de ahorro a largo plazo. Algo que, sin duda, ha levantado el interés de miles de afectados.
La preocupación radica en que la medida permitiría a los partícipes acceder a sus fondos sin restricciones, lo que podría llevar a una disminución significativa de los recursos destinados a la jubilación. Las personas a las que estas medidas “les chirrían” sostienen que esto podría comprometer el propósito original de los planes, que es proporcionar ingresos en la etapa de jubilación.
En suma, de todo esto, la implementación de esta medida podría desestabilizar el sistema de pensiones, al menos tal como está planteado, impactando a los ahorradores que confían en estos planes como un apoyo financiero durante la jubilación.
La experiencia del País Vasco
A pesar de las preocupaciones, el caso del País Vasco nos da una perspectiva más optimista. Allí, las Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) permiten rescatar fondos después de 10 años. Ya llevan tiempo instaurando este sistema y la experiencia ha demostrado que la mayoría de los partícipes no retiran sus fondos sin justificación, sugiriendo que estas personas, por lo general, suelen ser prudentes y prefieren mantener sus ahorros hasta la jubilación.
¿Cuál es el impacto fiscal?
Para quienes planean retirar sus fondos de pensiones en 2025, entender las implicaciones fiscales es crucial. El dinero retirado se incluye en las rentas del trabajo, no en las del ahorro, lo que podría resultar en una carga fiscal significativa, especialmente para aquellos con ingresos más elevados. Este tipo de renta está sujeto a una escala progresiva del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), que puede llegar hasta el 47% o más, dependiendo de la comunidad autónoma. ¿Qué significa esto? Que el importe que se retire se sumará a los ingresos anuales de la persona. Esto elevará también su base imponible.
Los expertos recomiendan analizar el mejor momento para retirar los fondos si es lo que uno quiere hacer. La elección de cuándo y cómo hacerlo puede marcar la diferencia en la carga fiscal. Por ejemplo, algunos partícipes pueden optar por retirarlo en forma de renta, de manera periódica, para evitar un incremento repentino en su base imponible. Otros podrían beneficiarse al esperar hasta un año en el que tengan menos ingresos o en el que su tipo marginal sea más bajo. En este aspecto, conviene contactar con expertos en la materia que estudien y analicen cada caso en particular.
Además, es importante recordar que, al rescatar un plan de pensiones, se paga también por las aportaciones iniciales, ya que en su momento se beneficiaron de una desgravación en la renta.
Los expertos recomiendan a los partícipes actuar con cautela para evitar un impacto fiscal inesperado y proteger sus ahorros destinados a la jubilación. Todo para garantizar que cuando llegue el momento, podrán disfrutar de lo que es suyo y retirarse por “todo lo alto”.