Cuando parecía que los eléctricos eran el futuro, aparece un nuevo combustible dispuesto a desbancarlos por completo. Solo emite vapor de agua y España ya lo conoce. La era de los combustibles fósiles cada vez queda más lejos. Si bien nos han ayudado a avanzar en muchos aspectos, en otros nos ha perjudicado. El cambio climático y el calentamiento global se han instalado en nuestra vida, dificultando la respiración de los seres vivos y cambiando radicalmente paisajes que antes eran maravillas.
La emergencia climática y las obligaciones de los tratados internacionales son un aviso alarmante que obliga a la industria a buscar nuevas opciones. Tras ser el germen de varias revoluciones industriales, haber ayudado al mundo a crecer exponencialmente en los últimos dos siglos y facilitado el desarrollo, los combustibles fósiles ahora son nuestro peor enemigo.
Se los responsabiliza de muchas situaciones difíciles para el ser humano. Sin embargo, resulta difícil cortar el vínculo con ellos dada la necesidad que todavía tenemos de su uso. Para rebajarla hasta aniquilarla, han llegado modelos de coches, motores y combustibles que parecen tener escrita la palabra “futuro”, un futuro en el que los combustibles fósiles pasan a ser parte del pasado.
Este combustible acaba con los coches eléctricos: España ya lo conoce
Varios países se han lanzado a la carrera de encontrar fuentes de combustible para vehículos, pero por ahora parece que Corea ha tomado la delantera con la creación de un motor de combustión que funciona con hidrógeno (la peor pesadilla de los eléctricos). Sin embargo, no solo las compañías coreanas Kia y Hyundai (asociadas para desarrollar un motor de combustión de hidrógeno) están avanzando en este campo.
Volvo, fabricante de automóviles de alta gama sueco, ya está planificando un diseño que promete revolucionar el sector. La tecnología de los motores de combustión de hidrógeno ya está prácticamente creada. Los tiempos de recarga y la autonomía son bastante parecidos a los de los motores de combustión de gasolina que ya conocemos. Avanzar hacia la combustión del hidrógeno es un planteamiento diferente al de la pila de combustible de hidrógeno.
Cuando hablamos de la versión de combustión, nos referimos al proceso en el que el motor quema hidrógeno para generar energía a través de combustión como un motor convencional. Por otra parte, las pilas de combustible emplean un proceso químico para transformar el hidrógeno en electricidad.
Además, la estrategia de combustión ocupa menos espacio físico en la pila de combustible y no necesita muchos sistemas nuevos que sí requeriría un combustible para mutar el hidrógeno a electricidad y abastecer un motor eléctrico. No obstante, el proceso de combustión todavía necesita algo de ayuda.
Un combustible superior a la electricidad, el gran sueño de Volvo
El plan de Volvo es usar un tipo de biodiésel como combustible piloto para encender la cámara de combustión, ocasionando una explosión que impulsa los pistones. Los motores deben gestionar las altas temperaturas de esa combustión de hidrógeno, lo que puede necesitar un diseño más intrincado del motor, una mejor tecnología de inyección de combustible y materiales más compasivos con el H.
Kia y Hyundai trabajan en un motor que podría llegar a los turismos en 2025. En lo que concierne a Volvo, el objetivo es que las pruebas de camiones en carretera estén para 2026.
“Los camiones en los que se mantenga el motor de combustión interna tradicional pero que funcionen con hidrógeno tendrán el mismo rendimiento y fiabilidad que nuestros camiones diésel, pero con la ventaja añadida de unas emisiones de CO2 muy bajas”, expuso en un comunicado Jan Hjelmgren, jefe de gestión de producto y calidad de Volvo Trucks.
Y agregó: “Serán un valioso complemento de nuestros camiones eléctricos de batería”. En definitiva, mientras el mundo busca con desesperación nuevas formas de combustible, ya hay varias marcas apostando por el hidrógeno.