No hay vuelta atrás. La DGT ha actualizado la normativa sobre la renovación del carné de conducir en España. Esta nueva regulación afecta a miles de conductores, especialmente a aquellos que padecen ciertas enfermedades que la DGT considera incompatibles con la conducción segura. No es un capricho de la DGT.
Es seguridad para ti y para todos los demás conductores y personas que transitan por las carreteras españolas.
Enfermedades que afectan la renovación del carné en 2025 según la DGT
La DGT ha identificado 35 enfermedades divididas en nueve categorías principales: vasculares, cardiacas, psiquiátricas, neurológicas, endocrinas, digestivas, respiratorias, oncológicas, y enfermedades crónicas y degenerativas.
Cada una de estas condiciones puede, dependiendo de su gravedad y el tratamiento que se esté recibiendo, afectar la capacidad de conducir de manera segura. Para no caer en el alarmismo, vamos a poner algunos ejemplos:
Enfermedades cardiovasculares
Arritmias, infarto agudo de miocardio, y portadores de marcapasos son algunas de las condiciones que requieren una evaluación médica cuidadosa antes de renovar el carné. Por ejemplo, quienes han tenido un infarto deben esperar al menos 6 meses y obtener un informe médico favorable para renovar su permiso.
Trastornos psiquiátricos
Enfermedades como la depresión, ansiedad, demencia, trastorno obsesivo-compulsivo, y dependencia de alcohol o drogas pueden influir en la capacidad de concentración y reacción, cruciales para conducir con seguridad
. Es necesario un informe médico que certifique que el paciente está estable para poder renovar el carné
Enfermedades neurológicas
Epilepsia, crisis de pérdida de conciencia y enfermedades degenerativas como el Parkinson y el Alzheimer están incluidas en la lista.
La renovación puede ser posible con una evaluación positiva, pero en muchos casos, estas condiciones pueden ser motivo para negar la renovación si no están controladas adecuadamente.
Enfermedades endocrinas y digestivas
Condiciones como el hipotiroidismo, diabetes mellitus insulinodependiente, y nefropatías crónicas, especialmente si se está bajo diálisis, también están bajo la lupa de la DGT. Los pacientes deben demostrar que la enfermedad está bajo control.
Enfermedades oncológicas
Los trastornos oncohematológicos y las dolencias oncológicas requieren que la persona esté libre de síntomas significativos y sin un tratamiento activo que pueda afectar su capacidad para conducir. Y es que, sabemos que los tratamientos oncológicos son devastadores.
Para quienes padecen alguna de estas enfermedades, la renovación del carné de conducir dependerá en gran medida de obtener un informe médico con el visto bueno.
Este informe debe certificar que la persona tiene las capacidades físicas y mentales necesarias para conducir sin poner en riesgo su seguridad o la de los demás.
¿Qué impacto puede tener esto?
La DGT ha implementado esta normativa con la intención de disminuir el número de accidentes relacionados con problemas de salud que puedan afectar la conducción. Las revisiones médicas se realizarán en centros de reconocimiento autorizados, donde se evaluará el historial médico del conductor.
El impacto, como es obvio, puede ser muy fuerte. El motivo es que estas personas pueden necesitar desplazarse incluso para ir a su hogar si viven lejos y no tienen otro medio. Todavía es pronto para ver las consecuencias de todo esto.
Si padeces alguna de las enfermedades listadas y necesitas renovar tu carné de conducir, lo primero es hablar con tu médico para obtener un informe sobre tu estado de salud. Además, asegúrate de mantener tus revisiones médicas al día y de seguir las recomendaciones de tratamiento para tu condición.
Sí, estas medidas pueden parecer estrictas, pero son necesarias para asegurar que todos los conductores en las carreteras estén en las mejores condiciones posibles para garantizar la seguridad de todos.