La Dirección General de Tráfico (DGT) está alerta. Teme que el “icing” llegue a España y anuncia multas históricas para quienes caigan en él. Aunque muchos piensan en la DGT como un organismo dedicado a poner multas y sanciones, su mayordomía va más allá. Se trata de un organismo autónomo encargado de regular y controlar el tráfico en las carreteras y vías públicas del territorio español. Su propósito principal es garantizar la seguridad vial de todos los usuarios de las carreteras. Eso incluye a conductores/as, peatones y ciclistas.
Entre sus funciones está regulación de la circulación de las carreteras, la mejora de la seguridad vial, la formación de conductores y la investigación de accidentes de tráfico. Asimismo, la DGT también se encarga de la expedición y renovación de permisos de conducción y ejecución de exámenes teóricos y prácticos.
El organismo pone especial atención a la regulación, vigilancia y disciplina del tráfico en vías interurbanas y travesías por medio de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Sumado a esto, una de las funciones más importantes dentro de este accionar es la implantación y explotación de sistemas inteligentes de transporte.
La DGT advierte sobre un fenómeno que está llegando a España
El “icing” es una práctica habitual que ha llegado a España y que la DGT sanciona con multas de hasta 200 euros. Hace referencia a una conducta de carácter ilegal que realizan algunos conductores. La irrupción de los coches eléctricos ha marcado un antes y un después en el sector del automóvil y en la lucha contra el cambio climático. Conforme la conciencia sobre la sostenibilidad y la reducción de emisiones de carbono crece, cada vez son más los fabricantes que invierten en tecnología eléctrica.
Los nuevos modelos combinan eficiencia, rendimiento y un menor impacto ambiental. No obstante, esta implantación también ha venido de la mano de nuevos retos, como el icing, una práctica que sanciona la DGT. Esta palabra ha sido adoptada por Estados Unidos para describir la práctica que realizan los conductores de vehículos de combustión interna al estacionar en espacios reservados para coches eléctricos. Haciendo esto, impiden que los dueños de vehículos eléctricos puedan hacer recargas en sus automóviles.
Es especialmente perjudicial para los propietarios de vehículos eléctricos ya que estos espacios suelen localizarse cerca de los puntos de carga, primordiales para repostar. La ocupación indebida de estos espacios es inconveniente e ilegal, ya que la señal R-308 prohíbe a los vehículos estacionar en estos aparcamientos. Esto quiere decir que los conductores que estacionen de forma errónea podrían recibir una sanción económica que oscila entre los 100 y los 200 euros.
Más allá de las multas, es importante enfatizar la relevancia que tiene respetar los espacios reservados para los propietarios de vehículos eléctricos. Evitando este tipo de prácticas, se contribuye a un entorno de conducción más equitativo y eficiente.
Los conductores de España deben tener cuidado con esta práctica: la DGT está multando
De hecho, los conductores de vehículos eléctricos también pueden recibir una sanción si no enchufan el vehículo y no usan el espacio para la recarga de la batería, ya que esta es la razón de ser de estas plazas de aparcamiento. El mismo escenario tiene lugar si el usuario excede el tiempo máximo de recarga, que suele fijarse en 2 horas máximo.
Además de las multas, la DGT recurrirá a la instalación de cámaras de vigilancia en los puntos de recarga para identificar y sancionar a los infractores que cometan esta falta en España. La normativa se aplica tanto en los puntos de recarga situados en la vía pública como en zonas de titularidad privada como centros comerciales, restaurantes o espacios similares.