Gracias a la transición ecológica, la agricultura está posicionándose como un valor clave para sectores económicos con los que, hasta ahora, parecía no tener nada que ver. Lo vimos con los ladrillos de lana para la construcción, pero ahora está sucediendo en el sector de la automoción. Descubre el coche con olivos en su fabricación.
¿Olivos para fabricar coches? Una idea que ya Ford explora
El gigante automotriz Ford se encuentra explorando el uso de residuos de olivo para fabricar componentes de sus vehículos eléctricos. Esta iniciativa forma parte del programa de sostenibilidad de la compañía.
Como confirman en su web, buscan reducir sus residuos y huella de carbono a través de la economía circular. Son una materia prima abundante y renovable, por lo que su aprovechamiento ayudaría a cerrar ciclos de producción local.
Ford está trabajando con proveedores en España para desarrollar biocompuestos a base de huesos de aceituna que podrían utilizarse para fabricar piezas interiores de vehículos como reposacabezas, apoyabrazos y paneles de puertas.
El uso de biocompuestos como los derivados del olivo tiene múltiples beneficios ambientales. Reutilizan un residuo agrícola en lugar de materias primas vírgenes, se reducen emisiones de CO2 y otros contaminantes asociados a su producción.
Igualmente, se desvían residuos de vertederos, con el consiguiente ahorro energético (no hablamos de que supere los de hidrógeno, pero parecido). La empresa ve en los campos españoles un aliado clave para avanzar en la fabricación sostenible de sus vehículos.
Un impulso a la economía circular
La utilización de residuos de olivo como materia prima en la fabricación de automóviles supone un impulso a la economía circular, un modelo económico que promueve el aprovechamiento de recursos disponibles para reducir el impacto ambiental.
Esta iniciativa permite aprovechar un residuo agrícola abundante como el orujillo de aceituna, en lugar de depender únicamente de combustibles fósiles no renovables. En este sentido, desde el sector han afirmado que están dispuestos a colaborar.
Al reintroducir este subproducto (que lo es) en la cadena de valor, se consigue cerrar el ciclo de los materiales y se fomenta un modelo económico sostenible y respetuoso con el medioambiente.
Este tipo de proyectos demuestran que es posible fabricar coches eléctricos de una manera más ecológica. De hecho, puede ser un estímulo mayor para el sector agrícola de nuestro país, mermado por las malas cosechas de estos últimos años.
El potencial de España y sus olivares
España es el principal productor mundial de aceite de oliva, con una cosecha anual de más de un millón de toneladas. Los olivares ocupan 2,5 millones de hectáreas en nuestro país. ¿Entiendes por qué han elegido nuestros campos?
Esta gran extensión dedicada al cultivo del olivo genera una enorme cantidad de residuos que hasta ahora no se aprovechaban. La incorporación de estos residuos orgánicos a la fabricación de componentes para automóviles es una oportunidad muy interesante.
Debes saber que haría posible dar salida a una gran cantidad de subproductos, reducir su impacto ambiental y aprovechar mejor un recurso local tan abundante. Además, situaría a España a la vanguardia en la aplicación de la economía circular.
El desarrollo de nuevos materiales más sostenibles para fabricar coches eléctricos tiene un gran potencial aquí, donde contamos con la materia prima y con el conocimiento para liderar este tipo de innovaciones.
Llegados a este punto, huelga decir que la idea de producir partes de un coche con olivos podría parecer descabellada si no fuera por quién la ha puesto en marcha. Ford no solo apuesta por la agricultura como valor clave para la economía circular, sino que se ha fijado en España como proveedor (¿quizá preferente?).