Hay un país que se ha planteado regalar coches de hidrógeno. Se habla de 50.000 euros por persona y modelos de lujo. En plena etapa de transición energética, una noticia como esta cobra una importante relevancia. La preocupación por el cambio climático y la necesidad de encontrar fuentes de energía más limpias y sostenibles ha llevado al mundo a mirar el hidrógeno con otros ojos.
Antes era impensado concebir un vehículo con otro combustible que no fuera el diésel o la gasolina, pero ahora un gran número de personas ve el futuro plagado de hidrógeno y electricidad. Estas dos alternativas son las que resuenan más fuerte en el campo de la movilidad, especialmente el hidrógeno verde obtenido a partir de fuentes renovables.
Este tipo de hidrógeno es una pieza clave en las proyecciones energéticas del futuro, que lo ven como un combustible esencial para avanzar en el campo de la movilidad.
Coches de hidrógeno: una realidad mucho más cercana en Japón
El dato sobre el país que regala coches de hidrógeno apareció en 2014, cuando el gobierno japonés sacó a la luz sus planes de incentivar los modelos impulsados por hidrógeno. El objetivo era brindar incentivos de 15.000 para la comprar de las primeras piezas, una ayuda que no vendría sola. Algunas prefecturas, como Aichi, base de Toyota, ofreció otros 7.000 euros adicionales.
Sin embargo, ninguna de estas ayudas parecía suficiente para atraer la atención de los primeros compradores. Entonces, las autoridades niponas analizan la viabilidad de tomar medidas más radicales.
Según Toyota, su primer modelo de hidrógeno costó (antes de ayudas) alrededor de 51.000 euros. Si a esta cantidad le restamos los 15.000 euros del gobierno, la cifra baja hasta los 36.000 euros, que permanecen en 28.500 euros si le agregamos la ayuda local.
Japón estaba decidido a que su ciudadanía probara los coches de hidrógeno y por eso llegó a barajar la posibilidad de que los primeros usuarios no tuvieran que pagar nada ni por su coche ni por los repostajes en las hidrogeneras.
Japón quiso REGALAR coches de hidrógeno
El problema es que, en ese entonces, ni con esas propuestas se lograba que la gente pensara que el hidrógeno podía ser un producto exitoso como combustible. Hace diez años solo existía una estación de repostaje pública de estas características en funcionamiento en su territorio. Una década después, en pleno proceso de descarbonización global, puede que una propuesta similar sí tuviera éxito.
¿Por qué se utiliza el hidrógeno como combustible?
Son varias las razones por la que se utiliza el hidrógeno como combustible. La primera de ellas es que es una energía limpia. Se trata de un combustible que solo genera vapor de agua como residuo durante su uso. Cuando se mezcla con oxígeno en una cámara de combustión o en una pila de combustible, produce agua.
Bajo estas circunstancias, se lo mira con lupa como alternativa viable a los combustibles fósiles. Asimismo, ofrece una alta eficiencia tecnológica que cada vez se perfecciona más. El pronóstico global es que los coches de hidrógeno empleen una tecnología más eficiente que la conocida hasta ahora.
Sin embargo, el hidrógeno todavía no se ve como una opción tan viable como la gasolina o el diésel por su falta de infraestructura y escasa autonomía.
Si bien la tecnología ha seguido avanzando durante los últimos diez años, todavía queda un largo camino para que los coches de hidrógeno tengan el mismo peso que los automóviles convencionales. En resumen, aunque estos modelos todavía presentan dificultades, su potencial sostenible podría darnos más de una sorpresa en el futuro, un futuro del que ya se habla al instaurar políticas que cierran la puerta a los coches contaminantes.