Por lo general, en la vida, ni las cosas son blancas ni tan negras como lo pintan. Algo así sucede con la reforma del subsidio por desempleo aprobada recientemente por el Gobierno.
Una reforma que trae consigos cambios significativo que afectarán a muchos beneficiarios. Uno de los cambios más llamativos es la compatibilidad de la prestación contributiva por desempleo con un trabajo a tiempo completo.
Esta novedad ha generado una gran preocupación entre los desempleados, ya que podría dejar a miles de familias sin recursos para llegar a fin de mes. Y aquí es cuando las cosas se ponen serias.
Compatibilidad con un trabajo a tiempo completo
A partir del año que viene, la prestación contributiva por desempleo será compatible con un trabajo a tiempo completo, siempre que el salario no supere los 1.350 euros al mes. Esto se aplicará después de que la persona en cuestión haya cobrado el conocido como paro por al menos un año.
¿Qué se busca con esto? La intención de esta medida es facilitar la reinserción laboral de los parados de larga duración, quienes, por lo general, tienen más dificultades para encontrar trabajo después de un año de desempleo.
Para incentivar la búsqueda de empleo y apoyar a los beneficiarios durante la transición, se ha introducido el «complemento de apoyo al empleo». Este complemento será decreciente y estará vinculado al IPREM.
Durante los primeros seis meses, el subsidio se mantendrá al 95%, unos 570 euros mensuales. Luego, disminuirá hasta alcanzar el 80% del IPREM a partir del segundo año.
Cabe citar que el complemento se pagará por un máximo de 180 días por cada nuevo empleo a tiempo completo o parcial, sin que durante ese periodo se reduzca la cuantía del subsidio.
Restricciones y excepciones
Hay restricciones importantes. No se permitirá la compatibilidad de la prestación o el subsidio con un empleo en empresas que tengan un Expediente de Regulación de Empleo en vigor, ni en aquellas donde el beneficiario haya trabajado en los 12 meses anteriores.
Tampoco será aplicable si el empleo afecta a familiares directos del empresario o empleador hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.
Con esto, simplemente se busca que nadie intente defraudar a Hacienda, haciendo así de nuestra sociedad una sociedad mucho más justa para todos.
Impacto en las familias
Aunque la compatibilidad podría parecer una medida positiva, tiene implicaciones complejas. Para muchas familias, depender de un ingreso reducido durante la transición puede ser insuficiente para cubrir sus necesidades básicas.
Además, existe la preocupación de que esta reforma pueda ser utilizada por algunas empresas para ofrecer empleos de baja remuneración, sabiendo que los trabajadores podrán complementarlo con la prestación por desempleo.
¿Qué pueden hacer los beneficiarios?
Los beneficiarios deben estar bien informados sobre cómo les afecta esta reforma a nivel personal.
Es esencial conocer las condiciones y plazos para compatibilizar la prestación con un empleo, así como las restricciones aplicables. De ahí la importancia de mantenerse actualizado con la normativa y buscar asesoramiento legal o de un asesor laboral para ayudar a navegar estos cambios.
Así pues, con la reforma del subsidio por desempleo se introduce la posibilidad de compatibilizar la prestación con un trabajo a tiempo completo, lo que podría dejar a miles de familias en una situación económica un tanto delicada si no se gestiona adecuadamente.
Estar bien informado y preparado es clave para que eso nunca llegue a pasar.