Conducir por una carretera puede ser una experiencia relajante y placentera. Más aún si te vas de vacaciones o a algún destino apetecible. Pero, como siempre, las cosas pueden dar un giro si no asumes que, por muy placentera que parezca, existen peligros en ella.
Los expertos se refieren especialmente a las áreas con cambios de rasante. Estos tramos, donde la inclinación de la carretera cambia de manera radical, pueden ser traicioneros y requieren una atención especial.
¿Qué es un cambio de rasante?
Un cambio de rasante ocurre cuando hay un cambio brusco en la inclinación de la carretera, ya sea ascendiendo o descendiendo. Estos cambios pueden ser sutiles o muy pronunciados, y a menudo se encuentran en zonas montañosas o con muchas colinas.
La peligrosidad de un cambio de rasante radica en la visibilidad reducida y en cómo afecta la estabilidad del propio vehículo.
¿Por qué son peligrosos?
No es capricho de nadie que esto sea peligroso. Sus propias características lo hacen así:
Visibilidad reducida: Al acercarte a la cima de un cambio de rasante, la visibilidad de la carretera al otro lado es nula. Eso significa que literalmente no ves si viene otro coche, un animal, peatones o incluso objetos.
Control del vehículo: Los cambios en la inclinación pueden afectar la velocidad y el control del vehículo. Un descenso puede acelerar tu vehículo involuntariamente, mientras que un ascenso puede ralentizarlo, dificultando las maniobras y el control.
Condiciones climáticas: Tormentas, granizo, lluvia o nieve… En estas condiciones, los cambios de rasante pueden volverse resbaladizos, aumentando el riesgo de deslizamientos y accidentes.
Cómo actuar ante un cambio de rasante
Si estás conduciendo y de repente avistas un cambio de rasante, que no cunda el pánico, pero intenta seguir estos consejos:
Reducir la velocidad: Lo primero y más importante es disminuir la velocidad al acercarte a un cambio de rasante. Conducir a una velocidad moderada te dará tiempo para reaccionar ante cualquier sorpresa que pueda haber al otro lado.
Mantener una distancia segura: Mantén siempre una distancia adecuada con el vehículo que te precede. Esto te permitirá reaccionar a tiempo si el coche delante de ti frena bruscamente o pierde el control.
Evitar maniobras bruscas: No hagas movimientos bruscos con el volante ni frenes repentinamente. Realiza maniobras suaves y controladas para mantener la estabilidad del vehículo. Si necesitas frenar, hazlo de manera gradual.
Utilizar las luces de posición: En condiciones de baja visibilidad, enciende las luces de posición para que otros conductores te vean mejor. Esto es especialmente útil en carreteras de doble sentido donde la visibilidad es crucial.
Las manos siempre al volante: Sujeta el volante con firmeza y mantén ambas manos en su lugar. Los cambios de rasante pueden causar comportamientos inesperados en tu vehículo, y estar preparado para reaccionar es vital.
3 consejos extras para evitar hacer mientras conduces
Hemos hablado de lo que SÍ debes hacer antes de ver un rasante. Pero ahora, vamos a ver lo que NO debes hacer o, bien, has de evitar.
No adelantar: Nunca intentes adelantar en un cambio de rasante. La visibilidad reducida hace que esta maniobra sea extremadamente peligrosa y está prohibida en muchas carreteras.
No parar o estacionar: Evita detenerte o estacionar en un cambio de rasante o cerca de él. Esto no solo es peligroso, sino que también es ilegal en muchas áreas debido a los riesgos que implica.
No distraerse: Mantén tu atención en la carretera. Evita el uso del teléfono móvil o cualquier otra distracción mientras conduces por estos tramos.
Los cambios de rasante son una parte común de las carreteras que requieren precaución y, ¿por qué no?, tener como se dice “cuarenta ojos al volante”.
Reducir la velocidad, mantener una distancia segura y evitar maniobras peligrosas son claves para enfrentar estos tramos de manera segura.
La próxima vez que te encuentres con un cambio de rasante, recuerda estos consejos y mantén tus sentidos alerta para disfrutar de un viaje seguro que te lleve, simplemente, donde tú quieras llegar.